Aunque tengas una vida activa físicamente, no significa que no estés expuesto a una inflamación crónica. Las lesiones, las infecciones y las toxinas pueden desencadenar una inflamación en el cuerpo. Aunque la inflamación es el último eslabón, ella intentará luchar contra los invasores extraños para que el cuerpo pueda sanar.
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Enfermedades derivadas de la inflamación
Enfermedades como el Alzheimer, la diabetes y el cáncer pueden derivarse de inflamaciones crónicas, cuando esta inflamación dura meses o años. El envejecimiento, el consumo de alcohol y una alimentación con grasas saturadas aumentan aún más las posibilidades de sufrir una inflamación crónica, según una revisión de 2022 publicada en Food Research International.
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Dieta mediterránea
Afortunadamente, la inflamación en el cuerpo puede reducirse gracias a una dieta, basada en la dieta mediterránea, que enfoca su alimentación en reducir la inflamación: “La dieta Med se centra en frutas, verduras, proteínas magras, cereales integrales y grasas saludables de frutos secos, aceite de oliva y pescado”, explica eatingwell.com.
Siete alimentos con grasas antiinflamatorias
El primer alimento que puedes consumir es la caballa. Este es un pescado azul con omega-3, EPA y DHA. El siguiente es el aceite de oliva extra virgen, puesto que a lo largo de los años se ha encontrado beneficioso y muy versátil para las comidas diarias.
El aceite de oliva extra virgen contiene AOVE que reduce el colesterol y elevan los niveles de colesterol HDL (bueno), según la American Heart Association.
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El siguiente alimento que te ayudará es el chocolate amargo. Su falta de dulzor lo compensa con antioxidantes, como los flavonoles, conocidos por ser inflamatorios. Además, el chocolate amargo contiene grasas antiinflamatorias.
Otros alimentos que te ayudarán es el aguacate, la linaza, el edamame y las nueces.