La influencer iraní Sahar Tabar, de 21 años, conocida como la ‘Zombie Angelina Jolie’, mostró su verdadero rostro en una entrevista, tras ser liberada de prisión.
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Durante años, la mujer hizo creer a millones de personas por Internet, que se había hecho muchas cirugías para parecerse a la actriz Jolie, pero la historia era falsa, solo por el objetivo de cumplir el sueño que tenía desde que era niña: hacerse famosa.
Sus mentiras conllevaron a que en el 2019 la condenaran a 10 años de prisión en Irán por los delitos de corrupción de jóvenes y falta de respeto a la República Islámica. Sin embargo, la liberaron.
Daily Star publicó que la influencer, cuyo nombre real es Fatemeh Khishvand, admitió que su pálida y perturbadora imagen fue creada con tecnología digital, un área donde dijo es muy hábil.
Su verdadera apariencia sorprendió a muchos. El referido medio difundió cómo es en realidad. No se ve demacrada como en las imágenes que dieron la vuelta al mundo. Sus rasgos son más gruesos y reales, como los de una persona normal con rasgos iraníes.
“Lo que viste en Instagram fueron los efectos de computadora que usé para crear la imagen”, expuso según el referido portal.
Resaltó que “el ciberespacio fue una manera fácil, mucho más fácil que convertirse en actor”.
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Afirmó que no volverá a usar Instagram y que muchos menos tendrá una página web.
Miles de seguidores
La mujer tenía más de 500 mil seguidores en Instagram. Sus imágenes se hicieron virales y crearon gran expectativa en el extranjero. La gente estaba al pendiente de cada cambio, ante sus supuestas cirugías.
Poco a poco se fue mostrando más perturbadora: demacrada, con huecos en las mejillas, nariz tan fina que se le veía levantada y con ojos blancos o amarillentos, lo que evidentemente eran lentes de contactos.
Las autoridades islámicas la tenían en la mira por ir contra las leyes de la religión hasta que en el 2019 la arrestaron.
Actualmente, su caso destaca como una de las historias más famosas que muestra que hay una gran susceptibilidad entre los internautas para creer todo tipo de cuentos en la web, motivo por el cual se aviva el debate sobre el uso responsable en Internet, tanto por parte de quienes crean sus distintos espacios, como de los usuarios, para que no crean todo lo que se ve en Internet.