Curioso reto: Estuvo 60 horas acostado para ganar dinero

Aunque lo llaman “el hombre más perezoso” acaba de ganarse 350 euros en un concurso que lo retó a tumbarse en el suelo y permanecer 60 horas ¡sin hacer nada!

Se trata de Zarko Pejanovic, un habitante de Brezna, en Montenegro, un país ubicado al sureste de Europa. “No fue difícil, créanme, ni siquiera calenté”, contó el concursante al medio Glas Zabiela.

Además de estar acostado boca arriba como todo un perezoso, Zarko se ganó, además del dinero en efectivo, un paseo por un río rápido al estilo rafting, comida para dos personas en un restaurante y hospedaje en un hotel. En Montenegro, este concurso titulado “Lying Down Championship” lleva doce ediciones.

Lo más difícil, la familia

El ganador contó que lo más complicado fue cuando llegaba la familia, ya que le provocaba levantarse para recibirlos, pero las reglas lo prohibían. “Cuando un patrocinador viene a apoyar a la competencia, es divertido, pero el mayor error es cuando viene la familia de alguien… Cuando vienen los familiares de alguien, es difícil no levantarse”, relató el hombre.

Aunque estar acostado puede parecer una experiencia sencilla porque no supone un esfuerzo mayor, otras condiciones pudieron ser inaguantables para otros concursantes. Por ejemplo solo podían ir al baño cada 8 horas, una sola vez, dijo Milenio. No había un colchón cómodo, sino unas mantas y el piso, así que al cabo de varias horas iban a aparecer dolores e incomodidades.

La reglas eran claras sobre las posiciones que no podían tomar, porque quedarían descalificados. Las comidas debían ser consumidas también en el mismo sitio, lo que podía llegar a ser bastante incómodo.

Una mujer resistió más tiempo

Un caso curioso relacionado con el mismo concurso ocurrió en la edición pasada. Eso debido a que una mujer fue la que ganó.

Ella logró permanecer 117 horas recostada, precisó Semana: “Fue muy duro, especialmente a las 3 de la mañana cuando empezó una fuerte lluvia. Hacía frío, aunque usamos mantas adicionales. De lo contrario, se hubiese vuelto demasiado aburrido para continuar. Nuestros cuerpos comenzaron a doler por estar acostados, por lo que intentamos invocar a la lluvia para que fuera el juez, y así sucedió. Si no fuera por la lluvia, nos habríamos quedado un rato más”, contó la ganadora.

Este año, el concurso se realizó en el mismo lugar, las faldas de un árbol y todo dispuesto a cielo abierto, pero por el clima tan frío y la lluvia se terminó la competencia dentro de una cabaña.

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