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¿Te vas a tatuar? Sigues estos cuidados preventivos

Estéticamente pueden llegar a ser fascinante, pero su principio es doloroso y afecta un poco la piel

En las últimas tres décadas los tatuajes se han puesto muy de moda en todo el mundo, aunque en realidad la práctica proviene de siglos muy atrás, incluso desde épocas prehistóricas y ancestrales. Se pueden observar de distintas formas, tamaños y en sitios del cuerpo inimaginable.

Lo que también es muy cierto es que, de no tener los cuidados preventivos correspondientes, pueden generar varios procesos infecciosos que indudablemente causarán dolores y problemas serios en la piel humana, por eso, es de vital importancia realizarlos con profesionales capacitados y saber cómo realizar el proceso curativo posterior.

Cuidados preventivos

El primer paso de todo es encontrar la persona adecuada y saber los métodos utilizados cuando se va a realizar un tatuaje. Su proceso tiene que ser obligatoriamente limpio y antiséptico para evitar la transmisión de infecciones por virus como el HIV o Hepatitis B y C, al igual que distintos tipos de bacterias.

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Es cierto que la piel se transforma en cuanto a su estética, sin embargo, no se puede olvidad que en realidad la piel original se daña y lesiona, por lo que hay que tener muchos cuidados y disciplina en el proceso (muchas veces de largo tiempo) de desinfección de la zona los días posteriores de la intervención para evitar así el ingreso de bacterias.

“Un gran problema son los pigmentos que se utilizan pueden provocar alergia y eso es grave porque el tatuaje no se remueve fácilmente. La alergia crónica por tatuaje es un problema que los dermatólogos vemos muy seguido, sobre todo en aquellos pacientes con tinta roja en la piel”, indicó para el medio Saber Vivir Tv, Andrés Politi, dermatólogo y miembro titular de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).

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En el mismo medio televisivo mencionado, Javier Domínguez Cruz, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), aportó seis recomendaciones de mucha utilidad para todas las personas que recién se les realizó un tatuaje o para quienes están por recurrir a la intervención estética.

1- Antes del proceso pedir una prueba de la tinta en una zona poco visible, sobre todo aquellas personas con enfermedades en la piel.

2- Saber que varios estudios advierten que las tintas contienen sustancias tóxicas como arsénico y plomo. Si bien es en pequeñas cantidades, pueden resultar cancerígenas.

3- El tatuaje causa una ruptura en la piel que hace que la tinta penetre hasta capas más profundas de la piel. De allí, algunas moléculas de la tinta podrían viajar hasta los ganglios linfáticos y llegar al hígado donde podrían alcanzar a otros órganos del cuerpo y perjudicarlos.

4- Tras realizar el tatuaje, el profesional debe proteger la zona con vaselina o pomada antibiótica y una venda, apósito o film.

5- Al cabo de unas horas, retirar el vendaje y limpiar la zona suavemente con agua tibia y jabón hipoalergénico o de pH neutro, teniendo especial cuidado en no frotar ni rascar.

6- Secar con cuidado, con pequeños toques y una toalla o paño limpio.

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