Ya desde hace algún tiempo es común escuchar el término minimalista en diferentes campos, en especial, en el diseño de interiores y en el uso que se otorga a los elementos con los que contamos en los hogares, ya sean estos muebles o piezas decorativas.
No obstante, como lo señalan en el portal Marca de Mujer, “pocos sabemos que la palabra minimalismo es una traducción literal del inglés, y que en realidad se debería decir “minimismo”. Se trata de una corriente de pensamiento que se originó en Estados Unidos en 1960 y que reflexionaba sobre las bondades de simplificar todo a lo mínimo”.
Simplicidad es igual a orden en la casa
La crianza de los hijos implica acumulación de cosas que van perdiendo su utilidad con el paso del tiempo, es decir, conlleva a los padres, en especial a las madres, a guardar y guardar y convertir el hogar en un desorden que genera preocupación y hasta angustia.
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Es por ello que la afirmación “menos es más” del diseño minimalista ha sido utilizada en muchos hogares y oficinas para crear ambientes amplios y ordenados que promueven la tranquilidad e, incluso, la salud mental.
En el citado sitio web Marca de Mujer recomiendan que “para ocuparnos de lo importante, volvamos la mirada a muebles, complementos de decoración mininalista, ropa o juguetes que puedan cumplir varias funciones, adaptándose a las necesidades de cada etapa de nuestra familia”.
La felicidad se alcanza acumulando experiencias y no cosas
La manera como decoramos nuestro hogar o sitio de trabajo dice mucho de nosotros. Si éstos se convierten en una colección infinita de cosas que ya no usamos o que simplemente se desgastaron por el paso del tiempo, definitivamente necesitamos reflexionar sobre nuestra concepción de la vida.
El apego a las cosas materiales podría significar que estamos llenando vacíos que otras situaciones emocionales nos han dejado, además que trae consigo desorden y dificultad para realizar una profunda limpieza tanto física como mental.