Estilo de Vida

Cyborgs transfashionistas: el statement de moda creada por les trabajadores sexuales trans

Resistencia. La moda puede transformar la fuerza creativa de una comunidad violentada.

En los países donde los gobiernos fueron más negligentes a la hora de proteger a sus ciudadanos en la pandemia, se han visto todavía –y se verán, a muy larguísimo plazo– las consecuencias. Estas incluyen el abandono absoluto y violencia hacia las poblaciones más vulnerables, tal y como ha ocurrido en Brasil con el gobierno de Jair Bolsonaro, donde han muerto más de 610 mil personas por el coronavirus, la mayoría en condiciones socioeconómicas de pobreza y pobreza extrema.

Y en Colombia, a su vez, la pandemia se ha cobrado más de 128 mil vidas y el abandono del gobierno Duque hacia esta población fue una de las causas del gran estallido social que el país vivió desde abril hasta junio pasados y que ha dejado al menos 300 desaparecidos.

Ahora bien, una de las comunidades más afectadas y violentadas por la pandemia y el estado en este último país ha sido la de las trabajadoras sexuales trans del barrio de tolerancia más importante de Bogotá: el barrio Santa Fe, donde varias mujeres fueron golpeadas por la policía en pandemia e incluso una de ellas, Alejandra Monocuco, murió por el estigma de las autoridades de salud hacia su condición de seropositiva y trabajadora sexual.

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Y los estigmas no solo cobran vidas por el abandono: en el país sudamericano, en lo corrido del año, hay 30 mujeres trans que han muerto por crímenes de odio.

Ante este escenario, las trabajadoras sexuales se han organizado en colectivos, grupos y casas que ayudan a los miembros de su comunidad.

La más fuerte es la Red Comunitaria Trans, pero además, en el sentido de expresión artística y de empoderarse ante una sociedad aún abiertamente homofóbica, clasista y racista, están grupos como el Centro Cultural El Olimpo y el ensamble artístico trans LEs FantastiquEs.

Estos colectivos, crearon en el Castillo de las Artes, junto con el Instituto Distrital de las Artes (Idartes) y con la ayuda de artistas como Corazón de Robota (la chilena Constanza Piña) así como de Katrina Zerolimit , además de un grupo de varias integrantes de la comunidad trans del Barrio Santa Fe, tres trajes tecnológicos con los que hicieron un performance que habla sobre sus vidas y su empoderamiento como trabajadoras sexuales.

Este performance se presentó en el Planetario de Bogotá el 23 de octubre, en el primer Festival Internacional de Arte y Memoria, llamado “Ciudad Deseo”.

Metro habló con Constanza Piña sobre la construcción de estos trajes con materiales reciclables y tecnología LED y sobre cómo la comunidad se acercó a la moda para erigirse como fuerza creativa.

P: ¿Cómo se desarrolló el proyecto?

–La idea nació por la iniciativa de Idartes. Ellos querían hacer la idea de trajes inteligentes para la comunidad trans, especialmente para LEs FantastiquEs, que es una agrupación que hace arte y diseño trans en el Castillo de las Artes en el Barrio Santafe. Asimismo, salió una propuesta de hacer unas pasarelas, pero yo propuse un performance, más completo. Esto, para contar sus historias. Hicimos tres trajes, pero incluimos a más personas en esta narrativa que se presentó en esta performance, que al final se presentó en el Planetario de Bogotá.

P: ¿Cómo fue el desarrollo de los trajes?

–Se armaron tres grupos de trabajo. Y con el ensamble que está conformado por 30 personas, y se propuso un reto creativo de armar bocetos con materiales totalmente reciclables. Se desarrollaron tres piezas, una por grupo. Y luego de este ejercicio, se les brindó una clase de Electrónica enfocada en el uso de luces LED y de sensores . De ahí, se mostró un abanico de propuestas que podrían integrar para esta creación. Posteriormente, se trabajó ya un segundo boceto más definitivo, donde se les propone integrar tecnología y algún tipo de interacción con el vestuario.

También se propuso expandir este traje mediante la creación de accesorios que le complementaran. Así, hubo un grupo de personas que trabajaron en esto y en paralelo hubo una serie de trajes que llevaban unas proyecciones. Ahí se incluyó el videomapping.

Más bien, se proyectaron estos videos sobre sus figuras. Esto, porque en el ensamble, más allá de la diversidad trans, más allá de la diversidad de género, existían personas con habilidades diferentes, entonces también era interesante declarar cosas que estuvieran fijas en el escenario, que fueran trajes, pero que no requiriesen una movilidad del cuerpo normal.

De esta forma, se desarrollaron propuestas que trataran de incluir la mayor cantidad de personas y sus intersecciones.

P: ¿Cómo fue su conceptualización?

–Hubo un equipo de memoria audiovisual que grabó el proceso de los talleres. De ahí surgieron algunos relatos de lo que ellas imaginaban al hacer estos trajes. Con estas creamos un guión y también con lo que yo estaba proponiendo artísticamente. Hay que acotar que a las participantes también se les hizo una introducción a la moda y tecnología con referencias artísticas y referencias teóricas sobre el cuerpo cyborg y el cuerpo a la tecnología relacionados con el transfeminismo.

Entonces, a partir de estos conceptos que elles fueron asimilando, se armó un guión de ciencia ficción en el que se imaginaban un nuevo futuro trans en otro planeta. Este cuenta cómo en el pasado, existían con su comunidad en el barrio Santa Fe, donde lograban subsistir gracias a sus lazos de hermandad, pero en el futuro estaban en este planeta trans. Y esto fue lo que presentamos: este viaje espacial.

Y en este planeta trans nos recibían las estrellas, les portadores de estos trajes tecnológicos.

P: ¿Cómo llega la moda a redefinir la identidad de una comunidad por años estigmatizada?

–Fue muy importante y acertada la manera de llegar al barrio con una propuesta institucional, porque les participantes del proyecto ya estaban muy interesades en los temas de vestuario. Elles usan muchos trajes para sus presentaciones y en su vida cotidiana siempre están desafiando la idea del género mediante su vestimenta. Entonces, creo que la idea de que ellxs pudieran desarrollar sus propios trajes desde cero, teniendo un acercamiento al corte y confección –ahí nos colaboraron desde el Centro Cultural El Olimpo y yo lo hice más desde la parte tecnológica–, desarrollar sus propios talentos y llevarlos más allá, para ellas es muy significativo.

Asimismo, se están resaltando sus habilidades y su propio potencial y no se les impone nada de afuera, sino que se rescata su propio valor y el trabajo que estaban haciendo años atrás. Y con estas becas de materiales, pudieron desarrollar su creatividad más allá. Además, justamente, el proyecto viene desde ahí: de visibilizar a personas que son muy hábiles e inteligentes, y su resistencia y su forma de vivir hace que generen lazos muy fuertes, saben de honestidad, de solidaridad e integridad.

Todos los estigmas que tienen por ser trabajadorxs sexuales, eso se puede borrar dándoles espacios reales y abiertos a toda la comunidad, donde se puedan dar a conocer como personas y todo su talento. Y todo lo que son capaces de hacer, porque si bien hubo recursos limitados, elles superaron estas barreras, tal y como lo hacen en sus vidas. Es un trabajo muy experimental, porque su vida es muy experimental y a pesar de lo que han pasado, resuelven todo con alegría.

P: Ahora bien, más allá de lo simbólico, ¿qué desean lograr también con este proyecto?

–Para mí lo importante es el aprendizaje del trabajo: habrá un blog y un sitio web donde se mostrará paso a paso y tutoriales de lo que hicieron para que quede de libre acceso para aprender, preguntar y consultar. Por otro lado, lo ideal sería que pudieran presentarlos en otros shows, visibilizar también esto es importante para que les inviten a un teatro, para hacer de esto un trabajo para elles, porque de verdad, esto es una beca, pero tienen que dejar de trabajar para asistir a este taller. Para mí lo importante es que esto les abra puertas, que no se les discrimine, y lo importante es que se les dé el crédito. Esto, porque el trabajo principal lo hicieron elles.

Elles soldaron, construyeron e imaginaron y es importante no invisibilizarles más: eso es lo más importante y significativo.

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