La reina Isabel consideraba la tiara Vladimir como una de sus favoritas, pero su origen es realmente importante por lo que ninguno de los miembros de la familia real puede utilizarla.
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Esta tiara ha sido utilizada por varios miembros de la monarquía británica, incluida la reina María. Aunque la reina Isabel la lució por primera vez en 1953, en el estreno de una película.
Tiara del siglo XIX
La tiara fue utilizada en los 70 años de su reina, pero luego de su muerte (en septiembre de 2022) la difunta reina Isabel podría ser el último miembro de la realeza en usarla.
Está impregnada de una rica historia que se remonta al siglo XIX. La elegante pieza fue fabricada originalmente por el joyero de la corte imperial rusa, CE Bolin.
Está hecha de círculos de diamantes entrelazados engastados en oro y plata, con impresionantes gotas de perla en forma de pera colgando de ellos. Mientras tanto, el fascinante diseño también presenta una hilera de diamantes de talla brillante.
Problemas políticos con la tiara de Isabel II
Esto incluye la Revolución rusa y la caída de la dinastía Romanov, y se vieron obligados a venderlo, que es como terminó en manos del jefe de la Corona. Sin embargo, la tiara Vladimir fue hecha originalmente para la Gran Duquesa María Pavlovna de Rusia en 1874, ella la recibió como regalo de su esposo, quien era el Gran Duque Vladimir Alexandrovich.
Supuestamente durante la Revolución rusa en 1917, el hijo de María, el Gran Duque Boris, terminó sacándolo de contrabando del país.
Para ello se vieron obligados a disfrazarse de sirvientes y colarse en el Palacio de Vladimir para recuperar la tiara y otras joyas. Se dice que la reina María, abuela de la reina, compró la tiara en una subasta en 1921; hoy se estima que su valor ronda los 50.000.000 de dólares, es decir, unos 40.000.000 de libras esterlinas. Aunque lo modificó ligeramente para dar cabida a 15 esmeraldas de la colección de Cambridge, reemplazó las perlas colgantes originales por esmeraldas.
