Simu Liu, actor que saltó a la fama luego de protagonizar una película de Marvel, se encuentra en medio de una polémica tras haber acusado a unos empresarios de “apropiación cultural”.
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Hace días, el protagonista de “Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos” participó en el programa “Dragons’ Den”, que es la versión canadiense de “Shark Tank”, en el que un par de empresarios presentaron una versión del famoso té de burbujas o perlas, conocido como té Boba.
Sébastien Fiset y Jess Frenette son los fundadores de la marca Bobba, que se especializan en vender bebidas alcohólicas de té boba y también paquetes de té de burbujas para preparar.
Simu Liu pide a los usuarios un alto a los ataques hacia los empresarios
Sébastien Fiset y Jess Frenette presentaron una versión “mejorada” de esta bebida tradicional taiwanesa, del que pedían una inversión de un millón de dólares por el 18% de la empresa.
“Creemos que esta empresa puede valer 1.000 millones de dólares en los próximos cinco años, porque es única”, afirmó uno de los empresarios y agregó que finalizaron su segundo año con 4,6 millones de dólares en ingresos y que estiman ganar 7 millones de dólares este año.
Después de probar la bebida, Simu Liu dijo que estaba buena, no obstante, comentó que le preocupaba la percepción del público, porque estaban presentando una “versión mejorada” de una bebida tradicional asiática y eso podría considerarse apropiación cultural.
Si bien los demás inversores descartaron la preocupación del actor y mostraron interés en colaborar con la empresa, desde que “Dragons’ Den” compartió clips del programa, los empresarios Sébastien Fiset y Jess Frenette empezaron a recibir mensajes de odio.
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“Creo que estamos empezando a perder el rumbo, que es: eduquemos a las personas. Hagamos del mundo un lugar mejor. Hagamos que la gente tome conciencia de que ciertas cosas no están bien desde una perspectiva cultural”, expresó Simu Liu en un video.
Por su parte, los fundadores de Bobba ofrecieron disculpas al público por todo el daño que pudieron haber causado y prometen “seguir aprendiendo sobre los impactos de la apropiación cultural”.
