Taylor Swift no solo ha capturado la atención del mundo con su talento, sino también con su estilo de vida. Una de sus propiedades más destacadas es su mansión en Watch Hill, Rhode Island, un refugio que adquirió en 2013 por la asombrosa cifra de 17.75 millones de dólares, pagados en efectivo.
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Esta casa, conocida como “High Watch” o “Holiday House”, es un ejemplo perfecto de lujo y exclusividad. La mansión, que se extiende a lo largo de 3342 metros cuadrados, fue construida en 1929 y se ubica en el punto más alto de Watch Hill, ofreciendo vistas panorámicas del océano Atlántico.
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Esta ostentosa propiedad histórica cuenta con ocho habitaciones, 10 baños y ocho chimeneas, lo que la convierte en un lugar ideal para el descanso y la privacidad. Con más de 213 metros de playa privada, Swift tiene acceso exclusivo a un tramo de costa envidiable, un lujo reservado para muy pocos.
El terreno en el que se encuentra la mansión abarca 5.23 acres y está cuidadosamente diseñado para ofrecer tanto privacidad como comodidad. El amplio patio trasero alberga una enorme piscina, perfecta para disfrutar de los cálidos días de verano con amigos y familiares. Además, la propiedad incluye un extenso jardín.
Swift se ha reunido con amigos y familiares en esta propiedad en repetidas ocasiones, incluyendo sus famosas fiestas del 4 de julio, conocidas como “Taymerica”. La cocina de la mansión, decorada en tonos blancos, es otro punto destacado de la propiedad. Cuenta con gabinetes blancos, electrodomésticos de acero inoxidable y una encimera de mármol gris.
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La decoración interior mantiene una paleta de colores neutros, con techos altos, muebles blancos y suelos de madera de roble, creando un ambiente acogedor y lujoso. El legado histórico de la casa también es significativo. Antes de pertenecer a Swift, la mansión fue propiedad de Rebekah Harkness, una conocida heredera del petróleo, durante más de 30 años.
Harkness, famosa por su estilo de vida extravagante, dejó una huella en la historia de la casa, inspirando incluso la canción “The Last Great American Dynasty” de Swift. Con un valor estimado que ha aumentado significativamente desde su compra, la mansión en Rhode Island es solo una parte del impresionante portafolio inmobiliario de Taylor Swift.