Entretenimiento

Hongos alucinógenos: parte del menú en las Bodas

Los Champiñones en forma de chocolate compiten con las bebidas alcohólicas en las celebraciones

Hongos
Hongos

Hay una nueva tendencia: intercambiar hongos por alcohol en las Bodas, cumpleaños y fiestas especiales. Muchas personas, especialmente los millennials, no quieren esa horrible resaca de champán al día siguiente, por lo que eligen festejar con champiñones, los cuales generalmente se muestran en forma de deliciosos chocolates.

PUBLICIDAD

Sí, es un alucinógeno, pero se ha vuelto muy común para aliviar la ansiedad y la depresión y para mucha gente es solo una experiencia placentera, dentro de ciertos límites. Es mejor que emborracharse.

Una invitada a un matrimonio comentó “Creo que es una combinación de ausencia de bodas durante dos años y la generación más joven que se está alejando de enojarse mucho, lo que puede hacer que la gente se enoje mucho”. Con esto, todos la estaban pasando muy bien”.

¿Qué son los hongos mágicos?

El término hongos mágicos es un término genérico que incluye a cualquier hongo que contenga psilocibina, un compuesto químico que, al ser digerido y transformado en psilocina, produce experiencias psicodélicas y un estado alterado de conciencia.

Entre los hongos psilocibios, también conocidos como hongos alucinógenos, que se venden comúnmente en Estados Unidos, están los de la especie Psilocybe semilanceata, que se encuentran en toda América del Norte y Europa, y los hongos Psilocybe cubensis, descritos científicamente por primera vez en Cuba, y que son nativos de gran parte de América del Sur y Centroamérica.

Efecto de los Hongos

En dosis bajas, esos hongos pueden modificar la percepción sensorial, haciendo que las superficies parezcan retorcidas, superponiendo la percepción visual con formas geométricas repetitivas, alterando los colores y modificando la manera en que se perciben los sonidos.

Entre los efectos alucinógenos se encuentran las auras alrededor de la luz, superficies que “respiran” y postimágenes o “rastros”. En dosis mayores, pueden producir sinestesia, una distorsión en la cognición del tiempo y el espacio, y dar a los usuarios los consumidores la sensación de fundirse con el entorno.

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último