Una mascota que estuvo en riesgo de ser sacrificada ahora es protagonista de una historia de película, literalmente. El Rescate de Ruby, que se estrena este 17 de marzo en Netflix, está basada en hechos reales y trata sobre una perra que estaba en un refugio de adopción y que terminó como héroe canino en la policía de Rhode Island.
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Ruby fue adoptada, pero devuelta cinco veces a la Sociedad de Rhode Island para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales, donde la voluntaria del refugio, Patricia Inman se mantuvo entrenándola para encontrarle un hogar y evitar que fuera sacrificada.
El Rescate de Ruby: una historia de película
Allí la vio el cabo Dan O’Neil, entonces un policía estatal de Rhode Island, que estaba buscando un perro para entrenar y darle un lugar en la Unidad K9 de la policía en 2011.
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“Era agresiva, agresiva con la comida. Se protegía mucho a sí misma, porque nunca había estado en un ambiente estable”, dijo O’Neil, ahora coordinador de la unidad K-9 de la policía estatal de Rhode Island, a la revista People.
Gracias a O’Neil y a Iman, Ruby mejoró hasta el punto que en 2012 se convirtió en policía estatal certificada con la Policía Estatal de Rhode Island.
“Fue toda una hazaña porque este es el perro que ni siquiera se sentó durante cinco segundos. Para pasar la prueba, tuve que hacer que se sentara por un mínimo de cinco minutos”, dijo O’Neil.
Héroe inesperado
En 2017, O’Neil recibió una llamada del Departamento de Policía de Gloucester de Rhode Island, solicitando ayuda para localizar a un niño desaparecido durante más de 36 horas. Luego de seis horas de búsqueda, Ruby localizó al niño desaparecido y se quedó a su lado hasta que llegaron los rescatistas para llevar al niño al hospital.
Lo más sorprendente fue cuando O’Neil fue con Ruby a conocer a la madre del niño desaparecido y se enteraron que era la misma mujer que evitó el sacrificio de la ahora perra rescatista: Iman.
“Ella comenzó a llorar. Yo comencé a llorar”, dijo O’Neil sobre la reacción de Iman cuando supo que Ruby rescató a su hijo. “Incluso seis años después de no verla, Ruby estaba moviendo la cola y saltando sobre Pat, dándole besos. Le dije a Pat: ‘Pat, esta era la manera de Ruby de decir gracias por darle una oportunidad’”.
Al cine y con gran mensaje
Y fue una historia tan conmovedora e increíble que era imposible dejar pasar la oportunidad para contarla en la pantalla grande.
“Nuestra esperanza, nuestra oración honestamente, es que las personas vean la película y salgan, y adopten un perro de refugio”, dijo Louise DuArt, una de las productoras ejecutivas del flim.
Y ese mensaje lo predicaron ellos mismos al utilizar en las grabaciones a dos perros de refugio, Bear y Shiloh, adoptados por los entrenadores de animales de la película.