Entretenimiento

“Me ponía a llorar”: Bárbara Mori no era feliz cuando protagonizó “Rubí”

A pesar del rotundo éxito, la actriz se sentía “sola, vacía y triste”.

Bárbara Mori en "Rubí"

En el año 2004, Bárbara Mori alcanzó el punto más álgido de su carrera artística con su protagónico en la telenovela Rubí.

Su extraordinaria actuación en el melodrama de Televisa fue aclamada y no solo le mereció su anhelada consagración actoral, además la inmortalizó como un ícono de la pantalla chica.

Gracias al rotundo éxito de la inolvidable historia, se convirtió en la mujer del momento. Ganó una fama inexplicable, una jugosa suma de dinero y el éxito la arropaba por completo.

Recomendados

Sin embargo, aunque estaba viviendo el sueño de toda actriz, la intérprete uruguaya no se sentía feliz en medio de la cúspide del reconocimiento.

De hecho, en ocasiones, se encerraba en su camerino a llorar a causa de una difícil situación que atravesaba en su vida personal, procedente de su complicado pasado familiar.

Así lo reveló la estrella el año pasado en una sincera charla para TED Talks en donde se abrió y compartió su experiencia de vida para alentar a otros.

¿Por qué Bárbara Mori era infeliz en medio del éxito de Rubí?

En la plática grabada desde su hogar, la actriz recordó algunos de los momentos más duros que vivió durante su crecimiento hasta llegar a su carrera actoral y su oportunidad de convertirse en Rubí.

El proyecto implicaba un riesgo distinto, el personaje, por eso acepté hacerla. Eso sí, bajo mis condiciones porque la empresa quería firmarme como exclusiva por seis años y me dijeron que, si no firmaba con ellos, buscarían a alguien más”, develó a 16 años de la telenovela.

Mori destapó que de ninguna manera firmaría dicho contrato pues quería hacer cine para poder diversificarse como intérprete.

“Así que en contra de todos los consejos rechacé la oferta y me llevé una gran sorpresa cuando aun así accedieron a firmarme solo por ese proyecto”, compartió sobre cómo llegó a ser “La descarada” de la televisión.

Rubí fue el proyecto más importante del momento; me trajo una proyección internacional que nunca imaginé”, rememoró sobre la ficción que llegó cuando comenzaba a sentirse “estancada” como actriz.

“Era poseedora de esas tres cosas que según la sociedad te llevan a la felicidad: era famosa, exitosa, y me pagaban muy bien”, explicó la famosa de 43 años para la conferencia publicada en YouTube.

Sin embargo, pese a todo esto, no podía sentirse más triste en esta etapa.

“Yo llegaba a mi camerino, cerraba la puerta, me miraba al espejo y me ponía a llorar. Me sentía sola, vacía, triste”, confesó.

La difícil vivencia tras bambalinas, que el público jamás imaginó mientras la contemplaban derrochando talento en la ficción, al final la llevó a tener una “profundísima reflexión”.

“Ni todo el dinero, ni toda la fama, ni todo el éxito, jamás nos va a llevar a la felicidad si por dentro estamos rotos”, expresó.

“A mí me rompieron de niña, mi padre con su adicción y violencia y mi madre con su abandono”, se sinceró con valor.

En otra parte de la plática, explicó: “Al crecer rodeada de golpes y abusos psicológicos se generó en mí la creencia de que yo no era lo suficientemente buena en nada como para haber merecido el amor de mis padres”.

“Creía que no merecía el buen trato de nadie, ni siquiera de mí. Iba por la vida generándome situaciones absolutamente destructivas con las decisiones que iba tomando”, admitió la artista, quien aseveró refugiarse en su carrera en medio de esta “turbulencia emocional”.

Con total apertura en la sincera charla, titulada ¿Miedo o amor? Tú decides, Bárbara además develó que inició un proceso introspectivo en el que aprendió valiosas lecciones.

“Entendí que, para encontrar la felicidad, tenía que mirar hacia adentro y aprendí a meditar…”, añadió antes de compartir más de lo que descubrió en un “trabajo interno profundo” de años.

“Un día me di cuenta de que estaba llena de patrones de conducta, creencias impuestas por mis padres, mis amigos, la sociedad…”, reconoció.

“Estas creencias me dieron una identidad a lo largo de mi vida que me empujo a actuar, muchas veces sin darme cuenta”, contó.

Asimismo, aseveró contundente: “Descubrí que no estaba de acuerdo con esas creencias y lo más importante, que yo tenía el poder de cambiar”.

Finalmente, tras años de meditar, Bárbara Mori encontró la manera de viajar por la vida de manera plena.

Empecé a alimentar el amor que hay en mí y eso me llevó a entrar en contacto con mis emociones, y poco a poco empecé a tomar otro tipo de emociones, lo cual me empujó a vivir nuevas aventuras”, concluyó.

Tags

Lo Último


Te recomendamos