La Casa Blanca afirmó que sería “hermoso” nombrar el nuevo estadio del equipo de la NFL de Washington en honor a Donald Trump, tras un informe de ESPN que indica que un intermediario comunicó al grupo propietario de los Commanders que él desea que lleve su nombre.
“Seguramente sería un nombre hermoso, ya que fue el presidente Trump quien hizo posible la reconstrucción del nuevo estadio”, señaló Karoline Leavitt, secretaria de prensa del presidente republicano.
Los Washington Commanders y la alcaldesa de la ciudad, la demócrata Muriel Bowser, declinaron hacer comentarios sobre este tema.
Los datos contradicen a la Casa Blanca
Pese a la afirmación de la vocera del gobierno de Trump, los datos disponibles no indican que el actual presidente de Estados Unidos haya sido fundamental para la construcción del futuro estadio.
Según un acuerdo anunciado en abril entre los Commanders y el Distrito de Columbia, el equipo regresará a la capital del país en un nuevo estadio que se espera cueste casi 4.000 millones de dólares. Se construirá en el sitio del Robert F. Kennedy Memorial Stadium, donde el elenco de Washington jugó durante más de tres décadas cuando ganó tres Super Bowls en los años 80 y 90.
Actualmente los Commanders juegan en el Northwest Stadium en Landover, Maryland, a unos 14 kilómetros (9 millas) de Washington.
El presidente demócrata Joe Biden firmó una ley a finales del año pasado para transferir terrenos, que incluían ese antiguo estadio, del gobierno federal a la ciudad.
Según el acuerdo, los Commanders invertirán 2.700 millones de dólares en el nuevo estadio y la ciudad aportará aproximadamente $1.100 millones, donde también se incluirán viviendas, espacios verdes y un complejo deportivo en terrenos que bordean el río Anacostia.
No hubo aportes económicos ni a través de decisiones políticos del actual gobierno y, por el contrario, Trump amenazó con bloquear el acuerdo insistiendo en que el equipo cambiara su nombre de los Commanders de nuevo a los Redskins, un nombre que se consideraba ofensivo para los nativos americanos.
Según ESPN, Trump no planea aportar dinero al estadio o que algún aliado compre los derechos para que lo nombre en su honor. Simplemente, quiere que el nuevo recinto lleve su nombre como tantos edificios y campos de golf que él ha construido.
Los derechos del nombre son un negocio muy lucrativo para los equipos de la NFL. SoFi, por ejemplo, paga 30 millones de dólares anuales por el estadio de Los Ángeles, la casa de los Rams y los Chargers.
Trump fue abucheado por los hinchas en el estadio de los Commanders
La información de ESPN coincidió con la decisión del mandatario republicano de asistir este domingo al partido de los Commanders contra los Lions, convirtiéndose así en el primer presidente en ejercicio en casi medio siglo en ir a un partido de temporada regular de la NFL.
Solo en dos ocasiones anteriores un presidente asistió a un partido de la NFL durante la temporada regular mientras estaba en el cargo: Richard Nixon en 1969 y Jimmy Carter en 1978. Trump se convirtió en el primer presidente en asistir a un Super Bowl cuando presenció en febrero el triunfo de los Philadelphia Eagles sobre los Kansas City Chiefs.
Hubo abucheos masivos en las gradas cuando Trump fue mostrado en la pantalla gigante al final de la primera mitad, de pie en un palco junto al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y nuevamente cuando el presidente fue presentado por el locutor del estadio en el medio tiempo.
Los abucheos continuaron mientras Trump leía un juramento para que los miembros del ejército lo recitaran como parte de una ceremonia en el campo durante el descanso del partido.
Durante el tercer cuarto, Trump se unió a los locutores de FOX, Kenny Albert y Jonathan Vilma, para unos ocho minutos de charla amena. Albert comenzó preguntándole a Trump sobre su tiempo jugando al fútbol americano en la Academia Militar de Nueva York. “Jugaba como tight end, pero no era exactamente fútbol como este. Era un poco más fácil. No era tan duro”, dijo Trump.
En la aparición televisiva del domingo, el presidente de Estados Unidos habló sobre los planes del equipo para regresar a Washington aunque no mencionó la opción de que le pongan su nombre. “Van a construir un estadio hermoso. Eso es en lo que estoy involucrado, estamos obteniendo todas las aprobaciones y todo lo demás”, dijo.
La visita del domingo fue la última de una serie de apariciones de alto perfil en eventos deportivos por parte de Trump, incluyendo la Ryder Cup de golf, la Daytona 500 de la NASCAR y el Abierto de Estados Unidos de tenis, donde también fue abucheado.
“Simplemente me encanta. Es un microcosmos de la vida”, dijo Trump sobre los deportes durante la transmisión del domingo. “Es como la vida: lo bueno, lo malo y lo feo”.