Hubo épocas en que los Dodgers eran un equipo muy querido en el béisbol de las Grandes Ligas. Como por ejemplo, cuando todavía estaban en el barrio de Brooklyn en Nueva York y perdían una y otra vez las Series Mundiales contra los Yankees, hasta que al fin les ganaron en 1955. O varias décadas más adelante, cuando revolucionaron a todo un país con joven mexicano llamado Fernando Valenzuela como pitcher.
Pero ahora el panorama es totalmente distinto, ya que con una planilla de 350 millones de dólares, según Spotrac, mayor incluso a la de los Yankees o Mets, son considerados el equipo que gana solo porque “compra campeonatos” gracias a una inversión que otros equipos no pueden o no quieren hacer.
Y eso que en esos $350 millones está considerado solo una pequeña fracción del contrato de $700 millones y 10 años que firmaron con Shohei Ohtani, el cual gracias a una triquiñuela que permite la MLB fue diferido en varias cuotas hasta que el gran jugador japonés tenga 48 años.
Como en las Grandes Ligas del béisbol no existe el límite salarial que permite una competencia más equitativa en la NFL, los Dodgers pueden gastar ese dineral y son demasiado poderos para equipos como los Miami Marlins que apenas tienen una planilla anual de 69 millones de dólares.
Los Blue Jays intentarán frenar a los Dodgers
Por eso, muchos hinchas, periodistas y analistas del béisbol han volcado su favoritismo para las Series Mundiales que parten este viernes, hacia los Toronto Blue Jays, los campeones de la Liga Americana y equipo que no aparecía por el “Clásico de Otoño” desde 1993.
De todas maneras el duelo entre Blue Jays y Dodgers no es el de “David contra Goliat”, ya que Toronto gasta $250 millones en su plantilla y su estrella Vladimir Guerrero Jr. le firmó un contrato de $500 millones por 14 años.
Ese escenario de antagonismo no achica al manager angelino David Roberts, quien la semana pasada, luego de barrer 4-0 a los Milwaukee Brewers en la serie del campeonato de la Liga Nacional, comentó desafiante: “Dijeron que los Dodgers están arruinando al béisbol. ¡Consigamos cuatro victorias más y realmente arruinemos al béisbol!”.
Un poco más calmado, un día antes del primer partido contra Toronto, Roberts dijo que “sólo estaba divirtiéndome un poco con la gente que decía eso sobre los Dodgers”, y rechaza que su equipo sea considerado “el villano”, un equivalente del Darth Vader de las Grandes Ligas.
A su vez, el manager de los Blue Jays, John Schneider, no quiere ser considerado el “David” de esta historia: “Lo único que no podemos hacer es mirar allí y decir que eso es Goliat...Es un equipo de béisbol que se puede vencer, que tiene sus defectos y que tiene sus fortalezas realmente buenas".
¿Se pueden dar unas Series Mundiales parejas?
Los Angeles Dodgers es el primer campeón defensor en llegar a las Series Mundiales desde los Philadelphia Phillies de 2009, que perdieron ante los Yankees de Nueva York. Ningún equipo ha ganado títulos consecutivos desde los Yankees de 1998 a 2000, y ningún club de la Liga Nacional ha logrado la hazaña desde la Gran Máquina Roja de Cincinnati en 1975-76.
La gran carta de los Dodgers es la superestrella Shohei Ohtani, a quien contrataron a fines del 2023 cuando se convirtió en agente libre tras sus años en los Angels y luego de superar a los otros interesados al presentar la mayor oferta.
Ohtani tiene un nivel incomparable a cualquier jugador desde que Babe Ruth se retiró en 1935, ya que es un gran bateador y además un excelente lanzador, un talento excepcional. Todo eso quedó graficado en el Partido 4 de la serie por el campeonato de la Liga Nacional, cuando el japonés bateó tres home runs contra los Brewers y desde la lomita lanzó seis innings, no permitió carreras y ponchó a 10 rivales.
Pero los Dodgers no se limitan solo a Ohtani. También cuenta con los bates de Freddie Freeman y Mookie Betts, y la calidad de los lanzadores Blake Snell, Tyler Glasnow, Yoshinobu Yamamoto y Roki Sasaki.
Por el lado de los Blue Jays, la figura excluyente es Vladi Guerrero, quien llega bateando para .442 con seis cuadrangulares y 12 carreras impulsadas en 11 partidos de postemporada. Junto a él destaca George Springer, quien pegó un Grand Slam para ganar el Partido 7 de la Liga Americana contra los Mariners, y la experiencia del lanzador Max Scherzer, de 41 años.

