El papa León XIV recibió este miércoles en audiencia privada al tenista italiano Jannik Sinner, número 1 del ranking de la ATP y que ha regresado a la competición durante el Masters 1000 de Roma después de haber cumplido tres meses de sanción por dopaje.
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La recepción se produjo en la Sala Pablo VI del Vaticano y Sinner estuvo acompañado por sus padres, Hanspeter y Siglinde, y el presidente de la Federación Italiana de Tenis, Angelo Binaghi.
¿Cómo fue la conversación de León XIV con Sinner?
El encuentro fue distendido. Sinner le regaló una de sus raquetas al papa y León XIV bromeó diciendo “¿me dejarían jugar en Wimbledon?”.
Hace dos días el papa mencionó a Sinner durante la audiencia con representantes de la prensa mundial. Un periodista propuso al pontífice un partido de tenis benéfico, asegurándole que llevaría “a Agassi”. León XIV respondió: “Buena idea, siempre y cuando no traigas a Sinner”.
Durante la audiencia, el N°1 del mundo le dijo al papa, quien es un gran aficionado al tenis, “la pelota está aquí. ¿Quieres jugar un poco?”, pero en risas León XIV rechazó la oferta por si rompían algo de la Sala Pablo VI.
“¿Cómo te ves en Roma?”, preguntó el papa al joven deportista, quien respondió que al principio del torneo fue un poco difícil, pero que ya tomó ritmo. “¡Coraje!”, le ha animado el papa, quien preguntó a los padres qué idioma hablan en casa, si italiano o alemán.
El presidente de la Federación Italiana de Tenis entregó al papa un carné de miembro honorario con su nombre.
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La afición de León XIV por el tenis
En declaraciones a “Augustinian Order”, web oficial de la Orden de San Agustín, León XIV se mostró como gran aficionado del tenis en una entrevista hace dos años, con motivo de su nombramiento como cardenal. “Me considero un aficionado”, aseguró, añadiendo que había tenido pocas oportunidades de jugar, pero que estaba deseando volver a la cancha.
Según el portal oficial del Vaticano, en Chiclayo, diócesis peruana de la que fue obispo, Prevost se entrenó con algunos sacerdotes, entre ellos el actual secretario Edgar Rimaycuna Inga, para no perder su “buen revés”, como recuerdan quienes lo conocieron. En Roma, de vez en cuando jugaba los domingos en la cancha de tenis del Instituto Patrístico Augustinianum, muy cerca del Vaticano, con vistas a la cúpula de San Pedro.
Sinner expresó su opinión sobre la pasión del Papa en la rueda de prensa posterior a su victoria en la segunda ronda del Abierto de Roma contra Jesper de Jong. “He oído que jugaba de pequeño y para nosotros los tenistas es estupendo saber que al Papa le gusta nuestro deporte”, afirmó.