El pasado 7 de julio, los jugadores de rugby de la selección de Francia, Hugo Auradou y Oscar Jegou, fueron detenidos en Argentina antes de salir de dicho país con destino a Montevideo, Uruguay, esto por una grave denuncia de abuso sexual efectuada por una mujer en la ciudad de Mendoza.
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Según medios locales, el presunto ataque se habría producido en el Diplomatic Hotel de Mendoza, lugar donde se hospedó el seleccionado galo luego del encuentro amistoso disputado el sábado 6 de julio contra Argentina, mismo que terminó con victoria para los franceses 28 a 13.
Por esta razón, ambos estuvieron detenidos 48 días con prisión domiciliaria y tobillera electrónica. Además, tuvieron que radicarse en una casa de Mendoza, donde estuvieron acompañados por sus familiares. A mediados de agosto, la fiscalía decidió que ambos sigan imputados, pero en libertad.
Regreso a su Francia natal
Antes de irse de Argentina, Rafael Cúneo Libarona, abogado defensor, explicó este miércoles a AFP que “esto es una película de terror que nunca tendría que haber existido. Nunca se tendría que haber hecho una denuncia porque tienen un nivel de inocencia enorme frente a la grosera denuncia que tuvieron en contra y que fue falsa”.
El fiscal Gonzalo Nazar, exigió entre las condiciones que tanto Auradou como Jegou, deberán presentarse en el consulado argentino cada vez que lo requiera la Justicia y tendrán que fijar un domicilio legal y virtual.
La posibilidad de que ambos jugadores puedan regresar a Francia se generó ante las contradicciones de la denunciante en cuanto a la mecánica del hecho y a la existencia del consentimiento. Asimismo, las pruebas presentadas hasta el momento no justifican una prisión preventiva, como por ejemplo, la hipótesis de maltrato física, ya que aunque describió haber sido “golpeada, estrangulada y mordida”, la evaluación médica forense no coincidió con sus dichos.
