El Congreso de la FIFA reeligió el jueves por aclamación al presidente Gianni Infantino a un nuevo período de cuatro años luego que el dirigente suizo alardeara que los resultados financieros de su gestión justificarían confirmar de por vida al patrón de cualquier empresa.
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Infantino no tuvo oposición, y la aclamación evitó un voto formal en el Congreso de la FIFA en Kigali, Ruanda. Los fondos de las 211 federaciones miembro aumentaron de 250.000 a 2 millones de dólares desde que ganó el puesto en 2016.
FIFA tenía 4.000 millones de dólares de reservas tras el Mundial de Qatar en diciembre. Ha estimado que sus ingresos serán de al menos 11.000 millones de dólares en el Mundial de 2026, a jugarse en México, Estados Unidos y Canadá.
“Si un CEO dice a los accionistas que los productos se multiplicaron por siete, creo que conservarían a ese CEO para siempre”, dijo Infantino a los congresistas. "Les encantaría que la historia continuara.
“Pero yo estoy aquí para un ciclo de cuatro años", añadió Infantino, cuya presidencia podría extenderse hasta 2031 para un total de 15 años.
El abogado suizo fue elegido por primera vez en 2016, cuando la FIFA estaba en crisis después que una investigación de corrupción realizada por el gobierno federal de Estados Unidos barrió con un conjunto de autoridades americanas. La onda expansiva echó de su puesto al veterano presidente Joseph Blatter meses después de su reelección.
Bajo Infantino, la FIFA ha creado nuevas competencias, lo que ha elevado los ingresos y dado a las selecciones nacionales masculinas y femeninas mayores oportunidades de clasificarse a los mundiales a pesar de la resistencia de las autoridades del fútbol europeo.
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El respaldo irrestricto de la FIFA a Qatar, la sede del Mundial del año pasado, donde Infantino se fue a vivir en 2021, y sus estrechos vínculos con el fútbol de Arabia Saudí han provocado el recelo de activistas y de algunas federaciones europeas. El arranque del reciente Mundial deparó un conflicto en la que la FIFA y los organizadores qataríes impidieron a los capitanos de varias selecciones europeas lucir un cintillo contra la discriminación.
“Para todos los que me aman, y yo sé que son muchos, y para los que me odian, y yo sé que son muy pocos, yo los amo, por supuesto, especialmente hoy”, dijo Infantino tras ser reelegido.
En un mensaje previo, durante el acto de apertura del Congreso, Infantino señaló que tomó nota sobre cómo Ruanda se recuperó de una guerra civil en la década de 1990 cuando su campaña para convertirse presidente de la FIFA se tambaleaba.
Infantino indicó que, durante una visita en Ruanda para obtener votos, alguien le dijo que no iban a apoyarle.
“Me deprimí, desde luego, por poco bajé los brazos”, afirmó al recordar la visita al Museo sobre el Genocidio en Kigali. “Lo que este país sufrió y cómo este país resurgió es inspirador para todo el mundo. Y yo no me iba a rendir porque alguien me dijera algo”.
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, pronunció un discurso en el que defendió a Qatar, calificando como “hipócritas” a los detractores del emirato y abogó para que la “mala política” salga del deporte.
La federación de Noruega presentó una propuesta que exige a la FIFA compensar a los obreros migrantes que construyeron las infraestructuras de Qatar, pero la presidente de la federación Lise Klaveness no se dirigió al pleno como se esperaba.
En cambio, el director del panel de derechos humanos, el dirigente de Gibralta Michael Llamas, dijo que su grupo evaluará el progreso de Qatar en la materia y publicará un informe con completa transparencia.