Durante la era de Hugo Sánchez al mando de la Selección Mexicana, el nombre de Nery Castillo se volvió recurrente en las convocatorias, luego de que el jugador con doble nacionalidad eligió al Tri para jugar a nivel internacional.
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La carrera del atacante mexicano comenzó lejos de San Luis Potosí, el estado en donde nació.
Nery Castillo fue una gran promesa en la Selección Mexicana
Como futbolista profesional debutó en Grecia, en específico en el Olympiakos, club en el que pasó sus mejores años.
Poco a poco, comenzó a destacar en el balompié europeo, por lo que la Selección de Uruguay puso sus ojos en él, pero la buena gestión de Hugo lo orilló a decidir por el Tricolor.
Luego de tener una gran participación en la Copa América, Castillo fue al balompié ucraniano, tras una oferta millonaria del Shakhtar.
Sin embargo, desde ahí empezó un peregrinar en el balompié que fue desgastando su carrera profesional.
De hecho, fue una pesadilla estar en Ucrania, pues su madre falleció cuando fue parte del Shakhtar y su entonces entrenador, Mircea Lucescu, le negó el permiso para poder ir al funeral.
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Aunque tuvo un mal paso, Nery llamó la atención del Manchester City, por lo que decidió ir a préstamo.
Su mejor versión quedó en el pasado y no pudo recobrar ese nivel que lo catapultó a la élite del fútbol profesional.
Pasó por el FC Dnipro Dnipropetrovsk, Chicago Fire, Aris Salónica, Pachuca, León y Rayo Vallecano, institución en la que dio un paso al costado y se retiró, en 2014.
En estos años, Castillo vive alejado de los reflectores, con una vida tranquila, fuera de la fama que un día lo agobió.
Luego de colgar los botines, Nery decidió convertirse en empresario e invirtió su dinero en una tienda de artículos deportivos, especializado en la pesca.
La tienda tiene por nombre Nery´s Fish y se encuentra en Atenas, ciudad en la que lleva una vida tranquila, sin la fama que el fútbol le dio un día.
