Cuando el Manchester City desembolsó 78 millones de dólares al Wolfsburgo por Kevin De Bruyne, muchos expertos se sorprendieron.
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Y es que, hasta entonces, el mediocampista belga no había demostrado su calidad al 100 por ciento.
Incluso, años atrás, había fracaso con el Chelsea, en donde fue severamente criticado por su bajo desempeño.
Cuando Kevin llegó a Los Ciudadanos, su nivel no explotó de inmediato.
Incluso, el timonel chileno, Manuel Pellegrini, no lo ayudó a encontrar su mejor versión.
Sin embargo, cuando Pep Guardiola aterrizó en el banquillo, la carrera de De Bruyne se catapultó, pues el timonel español supo potenciar sus habilidades.
Los primeros años de Kevin con la pelota fueron en su infancia, cuando jugaba en la calle.
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Incluso, la historias cuentan que el mediocampista rompió varias macetas, en su intento de pegarle con ambas piernas.
Él descubrió que el balompié era su gran pasión gracias a la Premier League, en específico por el Liverpool.
El mediocampista era fanático de Michael Owen, a quien veía como un ejemplo a seguir, por lo que soñó con un día ser parte del torneo británico.
Con 14 años, De Bruyne viajó a la ciudad de Genk, en donde arrancó su proceso formativo como jugador profesional.
Ahí, fue adoptado por una familia, que cuidaría al pequeño futbolista por ser menor de edad.
Al año, Kevin consiguió un mejor contrato con la institución belga, pero tuvo que regresar a casa para recoger algunas cosas.
Sin embargo, cuando volvió a su hogar se encontró con una noticia que marcó su vida, pues la familia que lo alojaba en Genk no quería recibirlo otra vez.
“Hice las maletas y me despedí de mi familia de adoptiva. Me dijeron: ‘Nos volvemos a ver después de las vacaciones, ten un buen verano’. Cuando llegué a casa de mis padres en mi descanso, entré por la puerta y vi a mi madre llorando. Creía que se había muerto alguien. En ese momento, me dijo las palabras que dieron forma a mi vida: ‘No quieren que vuelvas, la familia de allá ya no te quiere allí’.
“Pregunté por qué y me respondió que por ‘ser como eres’, me dijeron que estaba demasiado callado, muy tímido y que era difícil. Tenía fuego dentro de mí. Me veían como si estuviera loco. Recuerdo que jugamos un viernes por la noche, fui suplente y entré en la segunda mitad. Estaba fuera de mí mismo y marqué cinco goles. Ese día cambió mi historia en el club”.
— Kevin De Bruyne, jugador del Manchester City.
El resto de la carrera del belga es historia, pues es considerado uno de los pilares en la nueva era exitosa del Manchester City, todo gracias a su capacidad creativa en el terreno de juego.