Cuando tenía 12 años, Donovan Carrillo empezó a entrenar patinaje artístico, luego de haber arrancado su carrera deportiva en los clavados y la gimnasia artística.
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Sin embargo, el originario de Zapopan, Jalisco, descubrió en las pistas de hielo una pasión, que años más tarde lo llevaría a hacer historia.
Colocarse en la élite de este deporte ha sido un sacrificio de muchos años. De hecho, a corta edad, Donovan tuvo que dejar su tierra natal, para iniciar sus practicas profesionales en León, Guanajuato.
Incluso, su madre recuerda con sentimiento el momento en que tuvo que separarse de su retoño, pues Carrillo tenía claro que lo daría todo en esta disciplina, con la firme intención de trascender.
“Mis visitas con él eran cada semana. Cada que lo veía en la pista me abrazaba y soltaba lágrimas. Los dos llorábamos. Me regresaba triste en el autobús, sabía que me necesitaba porque era todavía un niño.
“Las mensualidades sí eran caras, pagábamos por Donovan y su hermana Dafne. Las clases las cobraban en 250 por hora. Tocamos puertas. Nos dedicábamos a ir a fábricas, empresas o complejos deportivos para buscar apoyos. Me decían que no podían ayudarlo, porque no era un deporte competitivo en México”.
— Diana Suazo, madre de Donovan en entrevista para El País
Poco a poco, Donovan empezó a ganar fama, hasta que en 2016 se hizo un hit en redes sociales, al darse a conocer que un patinador mexicano ejecutaba su rutina a ritmo de Juan Gabriel.
Carrillo se esforzó al máximo para estar en Juegos Olímpicos de Invierno, y ahora se convertirá en el segundo mexicano que participa en la justa, en la disciplina de patinaje artístico.
Un traje especial
Debutar en una competencia de esta envergadura será un momento único en la carrera del azteca. Por tal motivo este instante necesitaba de una vestimenta especial, porque será algo inolvidable.
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Donovan se acercó al diseñador mexicano, Edgar Lozano, quien fue el encargado de crear los uniformes que portó la azteca Andrea Meza, cuando ganó el concurso Miss Universo.
El modista pidió la ayuda de seis colaboradores, a sabiendas de que necesitaba confeccionar un traje único, que fuera cómodo e imponente para el número de Carrillo en Beijing 2022.
Edgar diseñó un atuendo espectacular, que cuenta con más de 17 mil cristales de oro cromado y negro.
“El traje está inspirado en la música que utilizará a la hora de la prueba, de ahí me basé en los colores, son aproximadamente 17 mil cristales en oro cromado los que se utilizaron, junto con estoperoles en forma de pico”.
— Edgar Lozano
Al tratarse de un traje con confección única, el precio del mismo fue bastante elevado, alcanzó una cifra de aproximadamente tres mil dólares.