Los Pumas de la UNAM están viviendo un certamen complicado, luego de que el equipo tomó la decisión de encarar el Torneo Grita México A21 con muchos jugadores de la cantera.

Tras llegar a la Final del Guard1anes 2020, el conjunto universitario se vino abajo, ya que se desprendieron de varios futbolistas que fueron la columna medular, como Carlos González y Juan Pablo Vigón.

Andrés Lillini, timonel auriazul, supo que la directiva no podía llevar refuerzos de calidad, por lo que optó por darle oportunidad a varios jóvenes.

Sin embargo, los resultados no han llegado como lo esperaban y el club está inmerso en una crisis deportiva.

Por ahora, los universitarios marchan en la posición 16 de la tabla general, a sólo dos plazas del último lugar, con siete unidades de 27 posibles.

La crisis orilló al conjunto felino a deshacerse del delantero panameño, Gabriel Torres, luego de que su nivel estuvo por debajo de lo esperado por la directiva.

En un comunicado de prensa, los Pumas confirmaron el adiós de Torres, quien abandonó la institución con tan sólo 20 partidos disputados y sólo una anotación.

“El Club Universidad Nacional informa que dio por terminada la relación laboral con el jugador Gabriel Torres; agradecemos al futbolista su esfuerzo y le deseamos éxito en sus futuros proyectos”.

—  Pumas de la UNAM

Él es el nuevo delantero de los Pumas de la UNAM

Ante esta situación, los universitarios están por confirmar la llegada de un nuevo elemento, se trata del brasileño Diogo de Oliveira, quien arribará procedente del Plaza Colonia de Uruguay.

Lo único que separa al delantero carioca de la UNAM son los exámenes médicos, los cuales realizará en las próximas horas para estampar su firma en el contrato.

Diogo es un futbolista con un pasado curioso, ya que antes de jugar al fútbol profesional trabajó como vendedor en un McDonald’s, con la finalidad de ayudar a su familia a tener una mejor calidad de vida.

Las oportunidades en el balompié de élite fueron pocas, pero su dedicación hoy lo tiene en cerca del conjunto auriazul.

“Trabajé en el McDonald’s. Estaba sin club y estudiaba, pero fue muy difícil. Laboraba haciendo los sándwiches. Es más fácil hacer goles que hamburguesas. Estuve cinco meses ahí y después conseguí club. ¿Si volvería al McDonald’s? Nunca más.

“Pensé en dejar de jugar porque no tenía oportunidades en Brasil. Persistí por mi hermano, que es mi ídolo. Él me ayudó mucho y me motivó a seguir. Gracias a Dios apareció lo de Plaza. Mi hermano es todo para mí, me decía que tenía futuro y me comentaba que no lo dejara. Le prometí que me pintaría el pelo si salía campeón en Plaza. Ya cumplí”.

—  Diogo de Oliveira, delantero brasileño