Iván Arenas y Claudio Moreno recordaron anoche en el programa “Socios de la parrilla” el efecto que tuvo para ellos el “video prohibido”, que tras conocerse en diversos medios de comunicación y plataformas digitales los llevó a dejar de realizar programas infantiles para dedicarse al espectáculo para adultos.
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La revelación de la dupla protagonista en “El show del profesor Rossa” llegó luego de ser consultados por los animadores del programa de Canal 13, Jorge Zabaleta, Pancho Saavedra y Pedro Rumninot, por “cómo fue la transición que hicieron desde la comedia para niños a la comedia para adultos”.
Creo que un momento nos dimos cuenta que no podíamos seguir haciendo cosas exclusivas para niños
— Iván Arenas
La revelación en “Socios de la parrilla”
Esto, debido al gran impacto que se generó en su momento con el contenido del video, en el que tanto Arenas como Moreno, en sus roles del profesor y Guru Guru, intercambian una series de garabatos en un desopilante y divertido diálogo bastante subido de tono.
“Se dio solo, no fue algo tan planificado. Creo que en un momento nos dimos cuenta que no podíamos seguir haciendo cosas exclusivas para niños y, por otro lado, los niños que nos veían, también crecieron”, señaló Arenas.
“También hay algo que tiene relación con el video prohibido, que fue el primer video viral del mundo, y eso nos hizo replantearnos”, agregó Moreno.
“Entonces, con el tiempo nos juntamos y dijimos: ‘Hagamos shows en vivo’. Ahí nació nuestro primer show que se llamó ‘Estamos de vuelta’, y ese ya era pícaro. Luego nos llamaron de Vía X, y ahí hicimos ‘La mansión Rossa’ y eso marcó un quiebre, un cambio”, recordó el actor.
Otro de los temas que rememoró la pareja en el estelar del 13 fue el bochorno que vivieron en la plaza Roja de Moscú, en Rusia, cuando fueron detenidos mientras grababan para “El mundo del profesor Rossa”.
“Imagínate la imagen freak. ‘Profesor Rossa’ y ‘Guru Guru’ detenidos. El productor fue donde estaba el oficial en un auto y el oficial dentro del auto estaba ‘curado como piojo’, y tuvimos que pagar 200 dólares”, contó Moreno.
“Lo que molestó ni siquiera es la coima, sino que estábamos con todo en orden. Teníamos los permisos, las tarjetas y estaba permitido filmar y habíamos hecho todo el trámite, para que igual te cobren”, sentenció Arenas.